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Diabetes y ejercicio: ¿se pude hacer ejercicio con diabetes?

Hoy vamos a explorar el desconocido mundo del ejercicio en personas que viven con diabetes.

 

Al abordar esta condición, es esencial adentrarnos en diversos temas clave que hemos explorado a fondo en varios programas y videos. Buscamos ofrecer información sustancial, brindando así una guía práctica sobre cómo abordar y apoyar a aquellos que enfrentan esta condición, ya sea personalmente o en su círculo cercano. Con esto en mente, surge la siguiente interrogante:

¿Es posible practicar ejercicio o actividad física si se tiene diabetes?


A menudo nos cuestionamos la viabilidad de realizar actividad física o ejercicio cuando se vive con diabetes. Por lo general, al hablar de un estilo de vida saludable, no solo nos referimos a la adopción de buenos hábitos, como dejar de consumir alcohol o abandonar el tabaco, sino también a mantener una dieta equilibrada.

Somos conscientes de que el ejercicio guarda una estrecha relación con los hábitos saludables en nuestra rutina diaria, pero ¿qué tipo de actividad física deberíamos realizar o qué información necesitamos para evaluar si estamos en condiciones de ejercitarnos?

Es esencial conocer el tipo de diabetes que padecemos, ya que esto será crucial para recibir una prescripción adecuada. Hay profesionales altamente capacitados para proporcionar esta información. En este programa, nos enfocaremos en aspectos generales del ejercicio para personas con diabetes, explorando los diversos beneficios que puede aportar. A lo largo de este video, abordaremos detalladamente cada uno de estos aspectos.

Para iniciar, es crucial resaltar que la población en general debería participar en alguna forma de actividad física durante al menos 150 minutos a la semana. Dentro de este periodo, hay diversas actividades que podemos llevar a cabo, las cuales detallaremos en este video. No obstante, el mensaje inicial que debemos tener presente es comprender el tipo de diabetes que tenemos y qué tipo de ejercicio físico resulta apropiado para nuestras necesidades.

Es esencial tener en cuenta que existe una notable diferencia entre actividad física, ejercicio y deporte. Antes de sumergirnos en cualquier tipo de actividad, resulta fundamental considerar nuestro historial de actividad física previa. Si hemos llevado una vida sedentaria, no podemos comenzar de inmediato con una actividad que demande un alto nivel de frecuencia cardiaca o que supere nuestras capacidades actuales. Esto cobra especial importancia si tenemos alguna condición de salud.

Cuando hablamos de actividad física, nos referimos a cualquier movimiento voluntario que implique la participación de nuestros músculos y resulte en un consumo de energía. Este gasto energético es beneficioso, ya que contribuye al control del peso y al mantenimiento de un nivel adecuado de grasa corporal. En contraste, el ejercicio implica una planificación y repetición de movimientos con el objetivo de mejorar el funcionamiento del organismo o incluso participar en algún deporte.

En este programa, recomendamos que al menos se realice ejercicio regularmente. Evitar pasar la mayor parte del tiempo en una posición, como estar sentados o acostados viendo la televisión , es crucial para favorecer un estilo de vida saludable y alcanzar objetivos como tonificar el cuerpo, perder peso, mantener la frecuencia cardiaca estable, evitar complicaciones derivadas a la obesidad, el sobrepeso y la hipertensión.

No obstante, es importante tener en cuenta que no se trata de levantarnos y decidir hacer una maratón de 21 kilómetros de inmediato. Todo debe ser gradual y progresivo.

Es esencial tener presente constantemente el concepto de «individualización». Cada faceta de nuestro bienestar, desde la alimentación hasta el plan de ejercicios, los medicamentos y la duración del sueño, debe ajustarse según los hábitos y necesidades particulares. Incluso las acciones que llevamos a cabo a lo largo del día pueden afectar el tiempo disponible para ejercitarnos y el tipo de actividad necesaria para alcanzar nuestras metas.

Es frecuente notar que muchas personas van a gimnasios y se ejercitan regularmente, pero no logran alcanzar sus objetivos. Es importante entender por qué ocurre esto, especialmente en el caso de personas con diabetes, comprendiendo lo que sucede en nuestro cuerpo durante el ejercicio.

¿Qué sucede en nuestro cuerpo cuando hacemos ejercicio y tenemos diabetes ?


Cuando hacemos ejercicio y tenemos diabetes, es importante entender cómo nuestro cuerpo reacciona, especialmente en el caso de la diabetes tipo 1. En este tipo de diabetes, hay una falta de producción suficiente de insulina y se requiere insulina externa. Durante el ejercicio, existen dos formas en las que la insulina entra al músculo. Además, durante el ejercicio, aumenta el consumo de glucosa o azúcar. En los primeros 30 minutos de ejercicio, el músculo utiliza la glucosa almacenada. Sin embargo, cuando se agotan estos depósitos, el cuerpo comienza a utilizar la glucosa proveniente de la sangre, la cual proviene del hígado.

Es crucial, que nuestra alimentación juega un papel fundamental en mantener sano el hígado, dado que este órgano produce glucosa que se libera en la sangre. Durante la actividad física, la sangre transporta dicha glucosa al músculo. No obstante, si el ejercicio se prolonga más allá de cierto punto, la cantidad de glucosa en la sangre disminuye, lo que lleva al cuerpo a utilizar las reservas de grasa como fuente de energía y combustible.

En personas sin diabetes, el organismo tiene un mecanismo de compensación natural que funciona de manera adecuada. Sin embargo, en aquellos que padecen esta condición, este proceso de compensación no se encuentra presente. La ausencia de insulina puede llevar a complicaciones, como la hipoglucemia, donde el cuerpo no puede utilizar adecuadamente la glucosa. Es importante destacar que aunque el ejercicio es beneficioso en teoría, puede generar complicaciones si no se maneja correctamente en estos casos.

Comprender los acontecimientos en nuestro cuerpo durante el ejercicio es crucial para adoptar las medidas pertinentes. No solo se trata de reconocer las ventajas propias del ejercicio, sino también de entender las acciones que debemos emprender en cuanto a nuestra alimentación, el uso de medicamentos y el descanso.

¿Cuáles son los beneficios del ejercicio en la diabetes ?

Nos centraremos en dos grupos :

Los beneficios del ejercicio en la diabetes tipo 1.


Cuando se trata de diabetes tipo 1, el ejercicio desempeña un papel crucial en el control de los niveles de azúcar en la sangre “glucemia”. Sin embargo, es fundamental mantener un equilibrio adecuado entre la insulina, el descanso y la alimentación para lograr un control óptimo. Si no se manejan correctamente estos aspectos, pueden surgir complicaciones o desequilibrios en el cuerpo.

La actividad física puede reducir la dependencia de la insulina y favorecer una utilización más eficiente de la glucosa en el organismo. Es crucial armonizar estos procesos y ajustar la dosis de insulina durante el ejercicio. Además, la práctica regular de ejercicio mejora la forma física y eleva el ánimo. También fortalece la masa muscular e incrementa la flexibilidad, aspectos esenciales para mantener un equilibrio adecuado y prevenir posibles caídas o lesiones.

La participación en actividad física en el caso de la diabetes tipo 1 conlleva beneficios vinculados al control de la glucemia, fortalecimiento muscular, mejora del estado de ánimo y prevención de lesiones. Es esencial comprender que el propósito principal de la actividad física en esta condición es preservar una masa muscular de calidad y eficaz.

Los beneficios del ejercicio en Diabetes tipo 2.


Al abordar la diabetes tipo 2, es crucial tener presente su estrecha asociación con el sobrepeso, la obesidad y la hipertensión. En consecuencia, la terapia de ejercicio destinada a personas con diabetes tipo 2 debe personalizarse para cada paciente, teniendo en cuenta sus comorbilidades y desafíos metabólicos. El propósito principal de esta terapia es optimizar la salud y prevenir posibles complicaciones.

La actividad física ejerce un impacto positivo en los niveles de glucosa en sangre en individuos con diabetes tipo 2, al favorecer una utilización eficiente de la energía y mantener un equilibrio en la absorción de glucosa proveniente de los alimentos. Asimismo, potencia la sensibilidad a la insulina, lo cual puede disminuir la dependencia de medicamentos para el control glucémico.

Además, el ejercicio aporta otro beneficio significativo para las personas con diabetes tipo 2 al mejorar los niveles de lípidos en la sangre, lo cual reviste particular importancia dada la posible presencia de comorbilidades como niveles elevados de triglicéridos y acumulación de grasa visceral. Igualmente, el ejercicio tiene un impacto positivo en la presión arterial y contribuye a la salud cardiovascular en términos generales.

Más allá de los beneficios físicos, el ejercicio también desempeña un papel crucial en la reducción de la grasa corporal, la mejora del peso corporal y la promoción del bienestar emocional. La actividad física estimula la producción de hormonas que generan una sensación de bienestar y vitalidad, contribuyendo así a una salud general mejorada.

¿Qué tipo de ejercicio puedo hacer si tengo diabetes?

Recomendaciones del ejercicio en personas con diabetes.

Es fundamental reconocer que la recomendación de ejercicios para individuos con diabetes tipo 2 no es una tarea simple. Es necesario considerar aspectos como la historia de actividades previas del paciente y sus necesidades específicas. La intensidad y la duración del ejercicio son factores esenciales a tener en cuenta, ya que impactan en el manejo de la glucosa durante la actividad física. Un ejercicio más vigoroso implica un mayor uso de glucosa, mientras que una actividad de menor intensidad depende más de las reservas de grasa en el cuerpo.

En el caso de individuos con diabetes, resulta crucial tener en cuenta tanto la duración como la intensidad del ejercicio, dado que influyen en las reservas de glucosa en el organismo. Después de realizar actividad física, se requiere esperar un período de entre 12 y 24 horas para que estas reservas se restablezcan. Este proceso puede facilitarse mediante la ingesta de alimentos que contienen carbohidratos, contribuyendo así a mejorar las reservas, o mediante la adaptación de la dosis de insulina en el caso de personas con diabetes tipo 1.

Es fundamental examinar la condición individual de cada persona antes de elaborar un programa de entrenamiento. Se deben llevar a cabo pruebas y evaluaciones para obtener información sobre el historial de actividad física, la calidad del sueño, la masa muscular, el porcentaje de grasa corporal, así como la capacidad y la fuerza. Estos datos serán valiosos para desarrollar un plan de ejercicio personalizado que se adapte a las necesidades específicas de cada individuo.

El ejercicio recomendado puede variar según las necesidades específicas de cada paciente. Para aquellos que han llevado una vida sedentaria, se sugieren caminatas, y luego se puede progresar gradualmente incorporando otros ejercicios bajo la supervisión de un profesional del ejercicio. Es esencial evitar lesiones y diseñar una prescripción de ejercicio personalizada para cada paciente. Esto puede incluir objetivos como la pérdida de peso y la mejora del porcentaje de grasa en el caso de la diabetes tipo 2, o el mantenimiento de la masa muscular y los beneficios del ejercicio en conjunto con la insulina para quienes tienen diabetes tipo 1.

Tipos de ejercicio en personas con diabetes :


Existen diversos tipos de ejercicio para personas con diabetes, incluyendo ejercicios de resistencia como levantar pesas, caminar, bailar y hasta actividades más vigorosas para aquellos con experiencia en la práctica del ejercicio.

Las bandas de resistencia son efectivas para fortalecer los músculos y mejorar la flexibilidad, pero si el objetivo es aumentar la masa muscular, es recomendable considerar el uso de pesas o máquinas en un gimnasio..

Es crucial tener en cuenta la duración e intensidad del ejercicio, ya que ambos afectan las reservas de glucosa en el cuerpo. Después de realizar ejercicio, es necesario esperar un tiempo para reponer estas reservas, y este proceso puede facilitarse mediante una alimentación adecuada y ajustes en la administración de insulina en el caso de personas con diabetes tipo 1.

Antes de realizar cualquier prescripción para entrenar se debe evaluar el estado del paciente y tener en cuenta el horario de las comidas y medicamentos para evitar complicaciones.

Algunas recomendaciones a tener en cuenta en la alimentación:

Los carbohidratos son vitales para mantener los niveles de glucosa óptimos durante y después del ejercicio, pero se deben elegir aquellos con índice glicémico moderado o bajo. Es importante la colaboración de los profesionales en salud para tener una buena dieta y la insulina según las necesidades personales de las personas con diabetes.

Tanto personas con diabetes tipo 1 como tipo 2 pueden realizar ejercicio, pero se deben tomar en cuenta las necesidades específicas de cada tipo de diabetes.

Recuerda que el ejercicio puede ser muy beneficioso para controlar la diabetes y mantener una vida saludable, pero siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier programa de ejercicio.

!!! Gracias !!!

 

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